En los dos artículos anteriores he descrito las investigaciones de varios expertos, analizando que la violencia de género tiene un origen directo en los tipos de masculinidades que se expresan en nuestra sociedad, influenciadas fuertemente por la cultura, los prejuicios y los medios de comunicación. Al final del último artículo subraye la importancia de fomentar una nueva forma de masculinidad, con lo cual, podremos influir positivamente en la violencia de género.
Este nuevo híbrido se ha definido como Nuevas Masculinidades Alternativas (NAM). Son opuestas a las masculinidades dominantes u oprimidas. Estos tipos de masculinidades están representadas por hombres que combinan atracción e igualdad y que generan deseo sexual entre las mujeres. Además los hombres NAM son los que trabajan más activamente contra la violencia de género junto con las mujeres. Se alejan de personas con valores no igualitarios o de aquellos que son violentos, y buscan relaciones de igualdad basadas en el deseo y el amor.
El análisis del libro “El amor en la sociedad del riesgo” (2004) y otras investigaciones sobre los tipos de masculinidades nos han permitido definir las tres principales características de los hombres que pertenecen a este modelo, a saber: autoconfianza, fuerza y coraje como estrategias para confrontarse con las actitudes negativas de los hombres dominantes.
Los hombres que proyectan confianza en sí mismos, son sumamente atractivos para las mujeres, sobre todo cuando dicha cualidad está conectada a valores de igualdad. Son igualitarios pero están conscientes de su fuerza, dispuestos a usarla con sabiduría para proteger o alcanzar sus metas, nunca usan su fuerza para abusar de los demás.
Los hombres NAM usan su fuerza y coraje como estrategia clave para combatir e incluso ridiculizar las actitudes negativas que proceden de hombres Dominantes, como el sexismo o el racismo. De hecho, los hombres NAM expresan públicamente su rechazo a prácticas no igualitarias. La combinación de fuerza y autoconfianza potencia la atracción hacia las mujeres, ya que se transmite un mensaje claro de protección, cuidado y respeto a la mujer.
Para superar la violencia contra las mujeres a través de los NAM y alcanzar la igualdad real, se necesita la combinación del lenguaje de la ética y el lenguaje del deseo, haciendo que esos hombres que son “buenos” también sean deseables y atractivos.
Los hombres NAM están seguros de su capacidad para tener relaciones sexuales placenteras, en su seguridad se crea una mejor atracción que la de los hombres dominantes, y durante la relación sexual se tratará a la mujer con respeto, con igualdad pero con mucho deseo de experimentar juntos una entrega total, llena de amor y placer. Estas características son opuestas a las que los hombres oprimidos expresan.
Los hombres NAM aún tienen que superar algunas resistencias, prejuicios que ensucian esta nueva tendencia, son los siguientes: 1.- Los hombres seguros no pueden expresar sus emociones abiertamente. 2.- Cualquier hombre que se involucre en cuestiones de igualdad de género, lo hace por la influencia de una mujer feminista.
Las nuevas masculinidades alternativas representan un cambio necesario en nuestra sociedad, hombres que son seguros y que saben manejar sus emociones abiertamente sin reprimirlas, aprendieron desde niños a reconocer y expresar sus sentimientos. Son capaces de cuidarse y de cuidar a los demás, usando el respeto, igualdad y amor como principal arma para combatir a los hombres dominantes y violentos. El neo-feminismo y las NAM son aliados en la lucha contra la violencia de género. Los movimientos para la igualdad de género y la liberación nunca han consistido en todas las mujeres contra todos los hombres, sino que siempre han sido muchas mujeres y algunos hombres igualitarios contra la sociedad patriarcal defendida por algunas mujeres y algunos hombres.
¡La nueva era de hombres ya ha nacido! Gestados en vientres de mujeres que lucharon por sus derechos, que triunfaron en superarse; muchas de ellas sufrieron en el proceso, pero al final los resultados son evidentes. En pleno siglo XXI las mujeres tienen libertad de expresión, derecho a votar, derecho a estudiar y a realizarse en la profesión que elijan, pero sin embargo la violencia a la mujer persiste, de forma sutil todos los días, o de forma declarada y descarada en varias partes del país.
Como cualquier cambio social, la primera generación no logro ver los resultados, será hasta la tercer generación de hombres y mujeres que actualmente lleguen a la adultez, cuando a mi parecer se hará presente una nueva forma de vivir la masculinidad, una nueva esperanza para formar lazos sanos, cargados de respeto e igualdad entre hombres y mujeres. Seamos parte de esta revolución pacífica, eduquemos a nuestros hijos con el valor de la igualdad, el respeto al prójimo, autoconfianza, fuerza, coraje y sobre todo en la identificación de las emociones. Enseñemos con el ejemplo a los más pequeños que el amor verdadero lleva como apellidos respeto e igualdad.
Dr. Esteban Braham (medicodelalma.worpress.com)