Violencia a la mujer y nuevas masculinidades (Parte 1).

La violencia de género es un tema importante de estudiar por diferentes especialistas y desde diferentes ángulos, ya que es un mal que atañe a este mundo desde hace ya demasiado tiempo. Desde mi enfoque como psiquiatra considero inadmisible cualquier tipo de violencia, abuso o dominación entre semejantes, ya que se convierte en una incubadora de trastornos mentales para los involucrados y para la sociedad que los rodea.

En especial en nuestro país somos testigos de la violencia hacia las mujeres, ya no se trata de un problema de “machismo”, han alcanzado niveles tan altos los diferentes tipos de violencia a la mujer que considero necesario alzar la voz y formular una propuesta humanista.

El esquema social en el que nos movemos todos los días, se asienta en una máxima de agresividad y dominación constante, casi a donde miremos encontraremos relaciones sociales a base de la dominación, un oprimido y un opresor, co existiendo todos los días de manera legal. El sistema es tan invisible que el mismísimo oprimido se puede convertir en opresor en cuestión de segundos. Así es como funciona el sistema social, lo toleramos por que nos han hecho pensar que es normal.

Desde pequeños a los niños y niñas se les fomentan cuatro pensamientos elementales sobre la masculinidad, enraizándose hasta lo más profundo del inconsciente e influyendo en las futuras relaciones interpersonales, creando el génesis de la violencia a la mujer. Son las siguientes:

1.- Los hombres no deben mostrar evidencia de actitudes femeninas pues esto será rechazado por los demás hombres “reales”.

2.- Los hombres debería tener un status superior a las mujeres y tener el poder.

3.- Los hombres debería de ser rudos y no mostrar nunca sus sentimientos.

4.- El riesgo y la agresividad son aceptados como actitudes naturalmente masculinas.

Estos pensamientos ocasionan una confusión en nuestros jóvenes, haciéndoles creer que la violencia genera deseo y atracción, mientras que la igualdad ocasiona “no excitación”.  Son las clásicas frases que podemos aun escuchar en cualquier colegio “Con los chicos malos te diviertes más” o “Mis padres me dicen que me case con un buen chico, pero mientras no me quiera casar mejor me la paso bien con los malos”.  Estos pensamientos están reforzados por los medios de comunicación, donde solo tenemos que ver los mega iconos actuales que nos presenta Holliwood, donde el perfil de los hombres que tienen mayor cantidad de mujeres, o las más atractivas siempre son violentos, personajes como James Bond y miles de asesinos presentados como galanes hacen confuso este mensaje, ¿Cuántos personajes que tengan éxito en la vida amorosa y sexual representan un papel tranquilo, respetuoso e igualitario hacia la mujer?

En la vida real ya se muestran claras evidencias de esta confusión, donde podemos encontrar clubs de fans de asesinos de mujeres.  Los condenados reciben en sus celdas mensajes de estas chicas queriendo tener una cita con él.  Se confunde la agresividad con la atracción por siglos de mensajes torcidos, creyendo que un hombre agresivo “protegerá” mejor a su familia.

Otro error muy sexista, es creer que las víctimas tienen parte de culpa en perpetuar la violencia. Es decir, que de alguna manera incitan al agresor, o evitan buscar ayuda para que no se rompa su relación patológica.  Este pensamiento en lo personal lo considero alarmante, denigrante y por demás obsceno. La única culpa directa de la violencia a las mujeres es de los agresores.  Existirán culpables indirectos como los ya mencionados medios de comunicación o el sexismo institucional.

En las investigaciones realizadas sobre el tema, los expertos han detectado 3 tipos de masculinidades:

1.- Masculinidades Dominantes Tradicionales.

2.- Masculinidades Oprimidas Tradicionales.

3.- Nuevas masculinidades Alternativas.

Las dos primeras nos explican la creciente ola de violencia a la mujer, cómo se perpetuán a sí mismas y se han convertido en un tumor que devora la igualdad y la dignidad humana. El último tipo de masculinidad se refiere a una nueva generación de hombres que han nacido para crear un cambio en la sociedad, son la esperanza para forjar una diferencia que nos conduzca a la abolición de las injusticias de género. En el próximo artículo explicaré con detalle cada una de estas masculinidades y enfatizaré la propuesta con la que juntos como sociedad, lograremos dar un paso definitivo a liberarnos de este cáncer global.

CONTINUARA. . .

Dr. Esteban Braham Caballero

R. Flecha, L. Puigvert y O. Ríos “Las nuevas masculinidades alternativas y la superación de la violencia de género”. International Multidisciplinary Journal of Social Sciences, 2(1), 88-113.

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